6 de junio de 2008

Se puede vivir en un mundo mejor

El cuidado del Medio Ambiente debe practicarse todo el año. Así lo viven quienes cada día luchan por cuidar la Tierra. Cinco ejemplos que demuestran que vale la pena intentarlo.

SIN CONTAMINACIÓN

Todo empezó en1989, cuando un proyecto petrolero apareció como una nube desafiante en el horizonte. “Una empresa planeaba construir un oleoducto desde Neuquén hasta Las Grutas y se instalaría una monoboya petrolera a 20 km de la costa, en la que realizarían sus cargas los buques dedicados al trasporte de ese material”, explicó Mirta Carbajal, una de las inquietas vecinas que por esos días no imaginaba que iba a terminar conformando una fundación ecologista.
El grupo hoy cuenta con ocho titulares y socios activos que colaboran cada mes para sostener su valioso aporte comunitario. Recuerda Mirta: “Nos agrupamos en una comisión que contó con una participación masiva. El oleoducto no prosperó”.
Los integrantes de esa agrupación comprendieron que debían crear una entidad. Así nació la Fundación ‘Inalafquen’ (‘junto al mar’ en mapuche), que puso otros temas bajo la lupa, entre ellos los altos índices de metales pesados en la zona costera, los más elevados de la región. Y le apuntaron a las pilas de desechos abandonados por ‘Geotécnica’, la empresa fundidora que había funcionado en el lugar.
“Abogar por la resolución de estos temas generando conciencia no fue fácil -agregó Mirta- pero hoy la solución de esta escombrera es una realidad, como lo fue conseguir que ‘Alpat’, la planta productora de ‘Soda Solvay’, se encuadrara dentro de la ‘Ley de Evaluación de Impacto Ambiental’. Nada es imposible si uno se decide a trabajar convencido de que el cambio puede llegar”.

TODOS POR EL RÍO

Se reúnen cada quince días en el hall central del CEM Nº4. Son unos 30 vecinos de entre 14 y 60 años. Algunos van con la familia, tienen ocupaciones diversas pero una misma preocupación: la salud ambiental del río Negro y sus afluentes. Conforman la Asamblea de Ciudadanos Autoconvocados por la Sanidad de los ríos Limay, Neuquén y Río Negro.
El conflicto empezó cuando se confirmó que la planta de tratamientos de líquidos cloacales había quedado obsoleta y que se estaba volcando desechos crudos al río Negro. Luego se supo que la planta de Viedma no era apta para el nivel de habitantes actual de la ciudad. Está en operaciones desde 1997 y es la primera vez que deja de funcionar.
Al ambiental se sumó el impacto en la salud de la población. Desde hace varios meses en el Hospital local se registra el ingreso de muchos casos de gastroenteritis relacionados con el consumo de agua. Las patologías gastrointestinales ascendieron entre diciembre de 2006 y marzo de 2007 a 130 casos, pero entre diciembre de 2007 y marzo de 2008, el número se elevó a 357. Por eso un grupo de vecinos empezó a charlar y reunirse en febrero de este año, buscando opciones para frenar lo que denuncian como una contaminación sistemática del curso del río Negro. Una de las propuestas es presentar un recurso de amparo a la justicia federal, con la ayuda de ocho abogados que apoyan la causa. Y se hacen contactos con habitantes del Alto Valle y de Neuquén para armar un movimiento más fuerte.

FUERA EL PCB

“En defensa de la vida, no al PCB”, es el lema del grupo de vecinos autoconvocados. Todos los días se preguntan hasta cuándo los habitantes de esta ciudad convivirán con los 45.000 litros de PCB almacenados en dos depósitos cercanos. La respuesta la darán los hechos: el Codema planifica –según su titular Oscar Echeverría– concretar ese paso antes de fin de año.
Los que siempre van al frente en el grupo de autoconvocados, entre otros, son la vecina Griselda Vargas y los docentes Elizabeth Sanza, Gustavo Cifuentes, Ana María Sturtz –titular de la UnTER serrana– Fernando González y la bioquímica María José Corominas. El objetivo: que el PCB esté bajo estrictos controles y lejos de la gente.
Muy activos, monitorearon cada paso que dieron la MCC Minera Sierra Grande y el Codema con los transformadores con PCB que aún había en la mina y el puerto de Punta Colorada.
“Insistiremos con la erradicación definitiva del tóxico de nuestra ciudad y de Río Negro”, dijo Ana María Sturtz. Y reclaman que está pendiente el estudio epidemiológico: les llama la atención la cantidad de casos de cáncer y de problemas de tiroides que hay en el pueblo.
No olvidan que antes de morir, hace 7 años, el concejal Fidel Arce pidió que estudiaran su cuerpo para detectar si el cáncer que lo consumió tuvo su origen en el PCB con el que trabajó en la mina de Hipasam e Hiparsa durante años. Se detectaron partículas de PCB en el cuerpo de Arce, pero nunca se pudo confirmar la razón del origen del cáncer.

BACHILLERES ECOLÓGICOS

En el CPEM 51 los alumnos egresan como bachilleres en Ecología. Los estudiantes del ciclo superior cursan materias relacionadas con el entorno y llevan adelante experiencias directas, adquiriendo conocimientos en materias tales como “Ecología y Recursos Naturales”, “Contaminación Ambiental”, “Bioestadística” y “Taller y Práctica de Campo”. La jefa del Departamento de Ecología, Laura Anchelerguez, explicó: “La idea es que los chicos tomen conciencia de que la problemática ambiental no se agota en el calentamiento global y los tornados en EE. UU; nosotros también sufrimos las consecuencias y nos afectan de distintos modos”.
En el último año los chicos hacen salidas de campo para observar la contaminación, el impacto ambiental, el estudio de la vegetación y la revalorización de la vegetación autóctona. Si bien el grueso de los alumnos se inscriben por la cercanía a su barrio, hay una franja que lo hace por la especialidad. Muchos de ellos la conocen a través de una “Expo”donde cada uno de los departamentos expone las áreas que se trabajan en la escuela. “Tratamos de lograr que se conozca la modalidad y que se sepa que ‘Ecología’ no sólo es plantar el árbol y cuidar una plantita, sino que pasa por la sustentabilidad. Se trata de mantener los recursos naturales en su estado original, de revalorizar los recursos naturales autóctonos”, refirió la profesora.
Hoy, a partir de las 9, se celebrará en el colegio el Día del Medio Ambiente con proyección de películas y debate.

RECICLAR, JUGAR, APRENDER A CUIDAR

No tirar envases de plástico. Reciclarlos y convertirlos en juegos. Involucrar a más de 3.000 chicos de todos los jardines de infantes de una ciudad, que comunicaron la campaña con dibujos, poesías y viñetas. Generar conciencia ambiental. Apenas cuatro claves para una idea sencilla, potente y con final feliz: 30 establecimientos educativos del nivel inicial de Roca cuentan hoy con hermosos juegos integrados con trepador y tobogán confeccionados con el material que recolectaron. Y miles de pequeños alumnos hoy saben mucho más sobre cómo cuidar mejor nuestro planeta.
Todo comenzó en el Jardín de Infantes 76. Allí, en el corazón de las 827 Viviendas, las docentes y educadoras ambientales Claudia Malán y Gabriela Agrícola impulsaron la iniciativa junto al biólogo Guillermo Navone, de la Dirección de Medio Ambiente, organismo que apoyó el emprendimiento al igual que la UnTER, el gremio de los maestros.
“Fueron dos ejes: por un lado, el juego, el premio. Fue hermoso ver cómo los chicos vivieron cada parte del proceso. Por otro transmitir la idea de que hay que cambiar de hábitos, cuidar el lugar donde vivimos”, señala Claudia.
“Se sumaron casi todos los jardines de la ciudad: urbanos, rurales, privados, públicos, religiosos, fue una experiencia integradora”, agrega Gabriela.
“Educar y reciclar en el nivel inicial para generar conciencia ambiental”, se denominó el proyecto que los chicos hicieron propio. Fueron testigos y protagonistas de los avances y lo plasmaron con diversas herramientas, entre ellas las volanteadas o la pegatina de fiches que decían: “Mucha gente pequeña en lugares pequeños haciendo cosas puede cambiar el mundo”.
El proyecto roquense fue seleccionado entre otros 100 del nivel inicial en el Congreso Internacional de Casos Exitosos de Desarrollos Sostenibles, organizado por la Universidad Veracrucense de México.



Fuente: Río Negro

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